El mundo de la moda para mujeres está cambiando. Ahora, la importancia se centra en que la mujer se ame a si misma por lo que es y acepte su cuerpo, sin importar su tamaño o forma. La industria de la moda ha comenzado a darse cuenta de este movimiento y está cambiando su percepción del concepto de perfección del cuerpo femenino, lo que ha surgido con la ayuda de las reivindicaciones de mujeres insatisfechas con los diseños que encuentran en las tiendas y sus quejas en variadas plataformas sociales, que han sensibilizado a muchos diseñadores que ahora hacen ropa para los cuerpos curvilíneos.
A fin de cuentas… ¿existe un prototipo de la mujer perfecta?
La respuesta es simple y directa…todas somos perfectas!
En un mundo con tanta diversidad, parece un poco retrogado hablar de “perfección o de estereotipos“. Ya pasó el momento en el que las prendas de ropa estaban pensadas únicamente para mujeres que por las representaciones en desfiles de modas eran consideradas “perfectas” por su extrema delgadez.
Esa forma de pensar ha cambiado y ahora la perfección se encuentra en mujeres únicas, sin miedo y con mucho estilo y autenticidad que lucen sus curvas sin complejos.
El estereotipo de los años 60 que hacían de la modelo “Twiggy” el cuerpo deseado de toda mujer por considerarse perfecto por su extrema delgadez, ha cambiado y ha comenzado una transformación en el que se valora a las mujeres por lo que tienen que ofrecer y sus formas de pensar preservando todo lo auténtico, lo real y lo propio de cada una, permitiendo que la mujer sea lo que desea o decida ser.
No hay una medida correcta, ni una talla perfecta para un cuerpo, tampoco existe un estandar que se deba seguir como existía en los años 60. La evolución en la moda y la madurez que han adquirido las mujeres las ha llevado a aceptarse tal como son, determinando que la medida ideal es la que la hace sentirse cómoda en su piel y sea saludable para esa mujer… todo lo demas, es pura vanidad.
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